Somos la Iglesia de Cristo, estamos fundamentados en la Biblia, la Palabra de Dios, bajo la ley del Nuevo Pacto Siendo la Biblia nuestra autoridad divina a seguir y obedecer 1 Pedro 4:11.

Nombre Bíblico

Nos llamamos Cristianos, sin otros apellidos o apodos. Las congregaciones se llaman Iglesias de Cristo como en Romanos 16:16: "Os saludan todas las Iglesias de Cristo".

La Biblia

El credo nuestro es la Biblia, único libro inspirado por el Espíritu Santo. hablamos “conforme a las palabras de Dios” (1 Pedro 4:11), no yendo más allá “de lo que está escrito” (1 Corintios 4:6).

Nuestra Adoración

Si nos visitas y lo puedes hacer en cualquier ocasión, sin compromiso, como observadores veras que adoramos "en espíritu y en verdad" (Juan 4:24). No encontrarás ningún desorden ni alboroto, pues, sometiéndonos a las instrucciones del Espíritu Santo, hacemos "todo decentemente y con orden" (1 Corintios 14:40). Varones fieles y de buen testimonio dirigen los cultos.

Las Oraciones

Para comenzar los cultos, elevamos una oración al trono de Dios. "Hay un sólo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1 Timoteo 2:5). Por lo tanto, oramos sólo en el nombre de Jesús. No oramos todos a la vez en voz alta, lo cual, si se hiciera, traería mucha confusión; sino que un hermano dirige, los demás siguen la oración en silencio y asintiendo por medio de decir el "amén" al final de la oración.

Las Alabanzas, Cantos (sin instrumentos)

Aunque le parezca cosa extraña, la única música que usaba la iglesia del primer siglo era vocal. acapela es la única que encontrará en la Iglesia de Cristo "Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento" (1 Corintios 14:15). "Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y alabando al Señor en vuestros corazones" (Efesios 5:19). "Cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales" (Colosenses 3:16). "¿Está alguno alegre, cante alabanzas” (Santiago 5:18) Al visitarnos, sería de nuestro agrado que cantara con nosotros, pero no haría nada fuera de orden de no hacerlo.